Estabilización de presas

La presa existente consiste en un fino muro de hormigón de 32 m de altura reforzado lateralmente con estribos de bloques de hormigón y muros de hormigón de gravedad. Especialistas en materia sísmica han averiguado que en caso de darse un terremoto de gran magnitud, el agua probablemente rebase por encima del muro, pudiendo derruir la presa.
Por ello, cada uno de los bloques de hormigón y de los muros de hormigón de gravedad fue recrecido añadiendo nuevas tongadas de hormigón. Para incrementar la estabilidad de la presa y mejorar la adherencia entre el hormigón nuevo y el existente se instalaron anclajes para roca. El diseño final previó colocar seis 27-0.6" y nueve 48-0.6" anclajes para roca DYWIDAG con longitudes hasta los 48 m.
Por razones de óptima protección anticorrosiva se utilizaron cables protegidos con epoxi FLO-FIL y FLO-BOND. Para permitir un ajuste de cargas en el futuro y una monitorización a largo plazo, se usaron placas de cuñas especiales con roscas externas y células de carga.